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Con el guiño del «peronismo no K», el Congreso debate el Presupuesto 2019

Con el guiño del «peronismo no K», el Congreso debate el Presupuesto 2019
El proyecto obtuvo dictamen en comisión gracias al voto de un puñado de legisladores afines al massismo y el “PJ Federal”. Se espera que la sesión se extienda hasta mañana jueves.
En medio de fuertes tensiones y con importantes movilizaciones en las inmediaciones, el Congreso de la Nación comienza a debatir el polémico Presupuesto 2019, que prevé una fuerte reducción del gasto público con el objetivo de llegar al tan mentado “déficit cero”.

El proyecto obtuvo dictamen en comisión gracias al voto de los legisladores del bloque de Frente Renovador y Peronismo Federal, José Ignacio De Mendiguren, Diego Bossio, Javier David, Marco Lavagna, Martín Llaryora.

De esta manera, la Ley de Leyes llega al recinto en lo que se espera que sea una maratónica sesión, con una ajustada votación para mañana jueves.

Los números que manejan en el oficialismo indican que tienen entre 130 y 135 votos positivos y entre 95 y 100 negativos, con algunas ausencias y abstenciones. Entre los que acompañarían, están los 108 de Cambiemos, 8 del bloque Justicialista, 4 cordobeses, 5 misioneros, 3 del bloque de Martín Lousteau, al menos 3 de Santiago del Estero, y los monobloques de José Luis Ramón, Alma Sapag y Adriana Nazario.

Los votos en contra vendrán del Frente Renovador, el Frente para la Victoria-PJ, la izquierda, los puntanos de Unidad Justicialista y el flamante interbloque Red por Argentina, liderado por Felipe Solá. También rechazará el santafesino Luis Contigiani (Frente Progresista Cívico y Social).

El Presupuesto prevé para 2019 una inflación interanual del 23% al mes de diciembre; un dólar promedio a 40,10 pesos; una caída del 0,5% del PBI; y un crecimiento de las exportaciones del 21% interanual. El Ejecutivo además transferirá a las provincias el costo de los subsidios al transporte y de la tarifa eléctrica diferencial.

En paralelo se debatirán otras cuatro reformas que forman parte del paquete económico: la suba de la alícuota de Bienes Personales; el revalúo de balances por inflación; la adenda al Consenso Fiscal; y la creación de un monotributo especial para pequeños productores cañeros y tabacaleros.

Los cambios al Presupuesto

Tras intensas negociaciones, se creará en el Presupuesto un fondo compensatorio de 6.500 millones de pesos para las provincias por el traspaso de los subsidios al transporte.

Además, se eliminó el polémico artículo 53 del proyecto original, que habilitaba al Poder Ejecutivo a reestructurar deuda pública según las “condiciones imperantes del mercado financiero”. Se mantendrá el artículo 65 actualmente vigente de la Ley de Administración Financiera, que determina que para realizar estas operaciones debe haber un mejoramiento de los montos, de los plazos o de los intereses.

El Presupuesto contendrá además, por primera vez, la exención del impuesto interno a las bebidas espumantes. Fue un cambio impulsado por el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, diputados de esa provincia y el jefe del bloque de senadores justicialistas, Miguel Pichetto.

En otro orden, se mantendrá en el 30% el tope a las retenciones a la soja -el proyecto del Ejecutivo proponía llevarlo al 33%-.

Se incorporará un refuerzo de 500 millones de pesos para el INTA, y se aumentarán en 500 millones de pesos las partidas para el CONICET y para la Secretaría de Cultura. Habrá un incremento de 100 millones de pesos para la Sedronar y se duplicó -de 30 millones a 60 millones- la partida destinada al Plan de Lucha contra la Violencia de Género.

Originalmente se proponía que cooperativas y mutuales dedicadas a actividades financieras y de seguros paguen impuesto a las Ganancias, y se iba a evaluar una “deducción especial” para las destinadas a lo social, deportivo y cultural. Ahora se aplicará un “impuesto especial al patrimonio”, del cual quedarían exentas 1.400 de las más de 1.200 mutuales y cooperativas.

Por último, Cambiemos dio marcha atrás con el nuevo artículo 8 del Presupuesto, que otorgaba atribuciones al jefe de Gabinete para introducir ampliaciones en los créditos contemplados en la ley y “distribuirlas en la medida en que sean financiadas con incremento de fuentes de financiamiento originadas en préstamos de organismos financieros internacionales o Estados extranjeros”. La sospecha de la oposición -y también de la Coalición Cívica- era sobre la posible utilización de esos fondos para gastos corrientes.

Antes de la firma del dictamen, el oficialismo aceptó suprimir el recorte en el plus que cobran jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones familiares en la Patagonia; y concedió que no se eliminen exenciones en el impuesto a las Ganancias.

Fuente: La Tecla

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